lunes, 19 de noviembre de 2012

Representación (presentación 2.0)


El 29 de diciembre, a las 12.00 presentaré mi novela en el club 88 torreones de Ávila.
La entrada será libre hasta completar el aforo.

(He tenido que aplazar la fecha una semana por mi operación de rodilla)

lunes, 15 de octubre de 2012

Un aperitivo

A cala y a prueba, como los melones, aquí dejo un fragmento, el par de párrafos que abren la novela y que sirven para hacerse una idea de lo que se va a comprar (o no). Aquí se presentan las dos mujeres entre las que se debate el protagonista como una pieza de caza entre las fauces de dos leonas.

Hay silencios estruendosos. Cuando me quedé mudo en respuesta al airado "¿Y tú no tienes nada que decir?" de Silvia, las palabras que fui incapaz de liberar resonaron como gritos delatores que proclamasen mi cobarde infamia. El silencio de Silvia, que respondió al mío, restalló en mi conciencia como esos insultos que no acudieron a su lengua o no se atrevió a arrojarme. Hubiera sido demasiado esperar de mí una palabra de apoyo, si bien al menos tendría que haber ofrecido algo más que ese silencio deshonroso y esa forma culpable de apartar la mirada. Elena asistía a la escena satisfecha; sus ojos fríos, casi de reptil, me contemplaban igual que una víbora puede deleitarse con el espectáculo del ratón que ya ha sido mordido y se debate en sus últimos estertores, pero es incapaz de huir, inmovilizado por la ponzoña. De cuando en cuando, inspiraba  una nueva calada del cigarrillo y expulsaba el humo con calculada lentitud, formando una nube que desvanecía su rostro hasta hacerlo semejar una aparición de pesadilla o la imagen de un ídolo tras la cortina de incienso.

También hay mentiras sinceras. Cuando Elena Miró me preguntó si estaba dispuesto a todo con tal de triunfar en la literatura y asentí sin pestañear, supuse que se refería a cualquier pequeña infamia que imaginaba sería capaz de sugerir una agente literaria sin escrúpulos: prostituir mi estilo, plagiar el último gran éxito comercial o robarle la idea a un aspirante meritorio. De ningún modo, podía sospechar la ausencia total de moral de esa deletérea mujer que me iba a atrapar en su círculo de iniquidad y depravación, ni que iba a ser arrastrado por su perversa voluntad como una hoja seca en medio de un vendaval.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Los confines de la noche


Muchos me preguntan de qué va mi novela. Admito que, a pesar de la reiteración, no tengo claro qué responder, cómo definirla de una forma clara y concisa y que, a la vez, no le ofrezca a mi interlocutor una visión equivocada sobre la misma. Me gustaría poder afirmar: es una novela negra o una de espías, incluso una erótica, pero no encuentro una categoría en la que encaje, ni siquiera mínimamente.
La misma portada, podría servir para hacerse una idea: un camino empinado, tortuoso y cuyo fin apenas llega a entreverse, pero no se sabe cuál es.
Los confines de la noche narra la historia de un joven  escritor decidido a triunfar a toda costa y que cae en las manos de una agente amoral y carente de escrúpulos (una combinación equivalente a juntar la pólvora con las cerillas), que no dudará en convertirse en un personaje frívolo de primera índole, de esos que salen en los platós donde se grita, con tal de alcanzar su propósito. 
Pero no sólo es eso: también es la historia de un hombre que parece utilizar a las mujeres, que lo persiguen como si no existiera otro en el mundo, pero que en realidad es manejado como un títere por dos de ellas: una exnovia egoísta y rencorosa, y la citada agente, ninfómana y calculadora hasta lo patológico. A la vez narra cómo el protagonista se abandona a la depravación y, en la desgracia, es capaz de hallar algo parecido a la redención.
Pero ahí no acaba todo: también es la historia del mundillo literario, de sus miserias y sinsabores, de la penuria de los certámenes, de los habituales de los eventos culturales, profesionales de la charla y el canapé, y de los míseros mercadeos en los círculos literarios de provincias.
Y, para añadir más confusión, Los confines de la noche también es la historia de la gestación de un libro, una metanovela recursiva que narra cómo un joven escritor está escribiendo una novela que se llama Los confines de la noche, que, a su vez, narra cómo un joven escritor está escribiendo una novela que se llama Los confines de la noche, y así hasta el infinito.
Y, a pesar de todo, los pocos que han leído su borrador la han encontrado divertida.
Considerado todo lo anterior y tenido en cuenta que me consta que mi interlocutor sólo lee el Marca, y no demasiado a menudo, pónganse Uds. en mi lugar y díganme cómo puedo yo explicarle de qué va la novela.
Se admiten sugerencias.